Mis nervios no me dejaron reaccionar, solo me entregué
Hace ya tiempo no reunimos cada 3 o 4 meses con mis amigos de Universidad, a nuestros 57 años la muerte ya se ha llevado a 2 amigos de un grupo de 10 que eramos inseparables en la universidad.
Yo tuve experiencias con hombre cuando niño y adolescente, siempre fui pasivo y disfrute siempre del sexo con hombres, no obstante siempre he sentido atracción por las mujeres y disfruto mucho el sexo con ellas, soy casado y con mi mujer tuvimos una vida sexual muy activa hasta que me separé hace algunos meses.
En el último encuentro les confesé a mis amigos mi nueva situación, ya sólo quedan 3 casados de todo el grupo, nos reunimos porque nuestros sentimientos de amistad son verdaderos y sentimos que revivir momentos pasados y experimentar nuevas aventuras es muy gratificante con la complicidad de los amigos de siempre.
Nos reunimos habitualmente en la cabaña de mi amigo Marco, tiene una cabaña cerca de un lago y es un lugar muy tranquilo para descansar y compartir, yo comparto siempre la pieza con él, los demás se distribuyen de a dos o tres en otros dormitorios de la cabaña.
Me sorprendió cuando al contarle a Marco sobre mi nueva condición de separado me miró a los ojos y me dijo, bueno, ya que estás solo y no has dormido con alguien hace un tiempo, hoy dormirás conmigo y te voy a culiar rico.
Al escuchar eso me reí mucho, pero él no lo hizo y se dio la vuelta y se fue donde estaban los otros amigos.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo, siempre deseo tener sexo con hombres, pero nunca se me paso por la mente con un amigo, jamás delataría esa condición con ellos.
Marco es un moreno mas alto que yo, delgado y la verdad que un tanto intimidante, jamás lo he visto como un tipo al cual deseará, nunca se me pasó por la mente.
El día transcurrió normal, pero cuando llegó la hora de dormir me fui acostar algo nervioso, sentía que algo podía pasar, la verdad no lo deseaba, solo me asustaba que pudiera ser cierto lo que Marco me dijo y que no se tratara de una broma.
Me acosté, no me dormía aún cuando Marco llegó al dormitorio, ya todos estaban acostados, él se acostó mas tarde porque revisaba la cabaña antes de acostarse, llegó al dormitorio, se sacó la ropa y apagó la luz, hasta ahí todo normal, como siempre, no obstante entró a mi cama y no supe que hacer, me dijo al oído, te lo advertí, y comenzó a acariciar mi trasero, se pegó a mi espalda y comenzó a restregar su cuerpo con el mío, no atiné a nada, me quedé quieto esperando a que se fuera, no obstante no lo hizo, de pronto sentí su verga erecta en mis nalgas y me tomó con fuerzas, me bajó el calzoncillo y comenzó a moverse con fuerza y gemir en mi nuca, salivo su pene e introdujo un dedo en mi ano, sólo me quejé, él no decía nada y de pronto sentí su glande en mi culo, comenzó a moverse con suavidad, de a poco fue entrando, comencé a sentir placer y se lo demostré acomodándome, me comenzó a penetrar, el placer era exquisito, su verga era grande y se movía con mucho deseo, me acariciaba el pene, me cogía con fuerza y deseo, yo disfrutaba mucho y me entregaba al placer, de pronto su penetración fue más intensa, acabó en mi ano, me lleno de semen y su respiración se sentía muy agitada al igual que los latidos de su corazón, sólo dijo, muy rico, eso fue todo, se levantó, fue al baño y trajo papel higiénico para que me limpiara, se paso a su cama, dormimos, al día siguiente ni una palabra al respecto, cuando me levanté el ya estaba en pié y solo me pregunto como había dormido, algo que me preguntaba siempre, le dije que bien y todo transcurrió en forma normal hasta la hora de la despedida.
Sólo recibí un whatssap después diciéndome que había disfrutado mucho y que esperaba que lo siguiéramos haciendo.
Yo tuve experiencias con hombre cuando niño y adolescente, siempre fui pasivo y disfrute siempre del sexo con hombres, no obstante siempre he sentido atracción por las mujeres y disfruto mucho el sexo con ellas, soy casado y con mi mujer tuvimos una vida sexual muy activa hasta que me separé hace algunos meses.
En el último encuentro les confesé a mis amigos mi nueva situación, ya sólo quedan 3 casados de todo el grupo, nos reunimos porque nuestros sentimientos de amistad son verdaderos y sentimos que revivir momentos pasados y experimentar nuevas aventuras es muy gratificante con la complicidad de los amigos de siempre.
Nos reunimos habitualmente en la cabaña de mi amigo Marco, tiene una cabaña cerca de un lago y es un lugar muy tranquilo para descansar y compartir, yo comparto siempre la pieza con él, los demás se distribuyen de a dos o tres en otros dormitorios de la cabaña.
Me sorprendió cuando al contarle a Marco sobre mi nueva condición de separado me miró a los ojos y me dijo, bueno, ya que estás solo y no has dormido con alguien hace un tiempo, hoy dormirás conmigo y te voy a culiar rico.
Al escuchar eso me reí mucho, pero él no lo hizo y se dio la vuelta y se fue donde estaban los otros amigos.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo, siempre deseo tener sexo con hombres, pero nunca se me paso por la mente con un amigo, jamás delataría esa condición con ellos.
Marco es un moreno mas alto que yo, delgado y la verdad que un tanto intimidante, jamás lo he visto como un tipo al cual deseará, nunca se me pasó por la mente.
El día transcurrió normal, pero cuando llegó la hora de dormir me fui acostar algo nervioso, sentía que algo podía pasar, la verdad no lo deseaba, solo me asustaba que pudiera ser cierto lo que Marco me dijo y que no se tratara de una broma.
Me acosté, no me dormía aún cuando Marco llegó al dormitorio, ya todos estaban acostados, él se acostó mas tarde porque revisaba la cabaña antes de acostarse, llegó al dormitorio, se sacó la ropa y apagó la luz, hasta ahí todo normal, como siempre, no obstante entró a mi cama y no supe que hacer, me dijo al oído, te lo advertí, y comenzó a acariciar mi trasero, se pegó a mi espalda y comenzó a restregar su cuerpo con el mío, no atiné a nada, me quedé quieto esperando a que se fuera, no obstante no lo hizo, de pronto sentí su verga erecta en mis nalgas y me tomó con fuerzas, me bajó el calzoncillo y comenzó a moverse con fuerza y gemir en mi nuca, salivo su pene e introdujo un dedo en mi ano, sólo me quejé, él no decía nada y de pronto sentí su glande en mi culo, comenzó a moverse con suavidad, de a poco fue entrando, comencé a sentir placer y se lo demostré acomodándome, me comenzó a penetrar, el placer era exquisito, su verga era grande y se movía con mucho deseo, me acariciaba el pene, me cogía con fuerza y deseo, yo disfrutaba mucho y me entregaba al placer, de pronto su penetración fue más intensa, acabó en mi ano, me lleno de semen y su respiración se sentía muy agitada al igual que los latidos de su corazón, sólo dijo, muy rico, eso fue todo, se levantó, fue al baño y trajo papel higiénico para que me limpiara, se paso a su cama, dormimos, al día siguiente ni una palabra al respecto, cuando me levanté el ya estaba en pié y solo me pregunto como había dormido, algo que me preguntaba siempre, le dije que bien y todo transcurrió en forma normal hasta la hora de la despedida.
Sólo recibí un whatssap después diciéndome que había disfrutado mucho y que esperaba que lo siguiéramos haciendo.